El Arcoíris Waldorf es un material desestructurado con múltiples beneficios! Cuando se define un material como desestructurado significa que no hay una forma correcta de usarlo, sino por el contrario estimula el juego libre; en el caso del arcoíris, pueden hacer casas, puentes, balancines, torres, etc.
Con el arcoíris Waldorf podemos crear tantos construcciones, series, esculturas como nuestra imaginación nos permita. Y ya sabemos que la imaginación de los niños no tiene límites. Así que este arcoíris será un buen compañero de juegos durante muchos años, porque se puede ir adaptando a las diversas etapas de desarrollo de nuestros hijos.
Y no solo sirve para construir con sus arcos diferentes estructuras, también se puede utilizar como elemento de juego simbólico, combinándolo con otros juguetes. El arco iris puede transformarse en un túnel para coches, en una cabaña para muñecos, en un camino para jugar, en la cola de una sirena… mil y una posibilidades. Sus ya múltiples posibilidades de juego se multiplican de este modo.
Algunos de sus beneficios son:
- Desarrollo de la imaginación y creatividad.
- Mejora la concentración y el razonamiento.
- Mejora la coordinación óculo-manual y favorece el desarrollo de la psicomotricidad fina.
- Ayuda a aprender a ordenar, clasificar, agrupar.
- Ayuda a diferenciar formas, tamaños y colores, aumentando también el vocabulario.
- Fomenta la atención.
- Favorece la comprensión de algunos conceptos más complejos como el equilibrio, la resistencia o la simetría.