MANEJO DE LAS PATALETAS
Las pataletas son una conducta normal y esperable a partir de los 18 meses y hasta aproximadamente los 4-5 años de edad, y constituyen una forma de comunicación del niño para expresar sus sentimientos de enojo, frustración e inconformidad ante una situación determinada.
El manejo adecuado por parte del adulto es fundamental para que ésta conducta no se vuelva repetitiva y ayudemos al niño a gestionar de forma adecuada las emociones, por ello debemos diferenciar la validación de las emociones de la reacción que tenemos ante ellas.
Mantén la calma: Recuerda que tú eres su modelo a seguir, así que es muy importante que logres mantener la calma, demostrarle que tú puedes mantener el control ante una situación incómoda le enseñará a tener esta misma actitud ante un sentimiento de frustración o enojo. Aun cuando la pataleta se presente en un sitio público, trata de calmarte antes de actuar y respira tres veces si se te hace necesario.
Validación de la emoción: Es normal sentirse frustrado, molesto, enojado, inconforme tanto en la niñez como en la edad adulta, es una emoción que el niño se enfrentará a lo largo de su vida, por esto lo importante es enseñarle a no reprimirla.
La reacción de las emociones: Entendiendo entonces que es válido que el niño sienta estas emociones, debemos concentrarnos en guiarle y enseñarle cómo reaccionar ante estas situaciones, regular los impulsos y mantener el autocontrol.
Así que ante una pataleta no digas: “No estés enojado por…” más bien sustituye con: “Entiendo que estés molesto, pero podemos encontrar una solución juntos”. No digas “No llores por eso…” más bien dile “Qué te parece si me dices qué es lo que te molesta y te ayudaré para que estés más tranquilo”.
No cedas: La crianza respetuosa no significa ceder ante los pedidos del niño, darle lo que quiere para evitar la pataleta, esto sólo le estará enseñando que por medio de esta actitud puede conseguir lo que quiere.
No lo dejes solo: Dale espacio al niño para que se calme pero no lo dejes solo, no acudas a la estrategia de “tiempo fuera” o mandarlo a su cuarto a pensar; responder de esta forma no le enseñará a manejar sus emociones y por el contrario entenderá que no puede contar contigo en los momentos difíciles. Ante una pataleta podemos responder con frases como “Aquí estoy para escucharte y abrazarte cuando lo necesites”, “Trata de calmarte para poder hablar sobre lo que te pasa”, “Podemos hablar y encontrar una solución”.
Promueve la negociación: Enséñale al niño a buscar alternativas y a resolver conflictos a través del diálogo y la negociación. Utiliza estrategias como “si quieres ese juguete, vamos a ahorrar para comprarlo” o “no te puedo dar dulces ahora, pero ¿qué te parece si, después del almuerzo, comemos un postre?”.
No recurras a chantajes como recompensa tipo “si te calmas, te doy un dulce” porque esto refuerza la conducta.
Ponte de acuerdo con los otros cuidadores: Habla con los demás cuidadores del niño para tener una estrategia consistente en la aplicación de reglas y normas; si un cuidador contiene la pataleta mientras otro cede sólo confundirá al niño y no modificará su comportamiento y aprenderá quienes satisfacen sus caprichos.
Recuerda: El manejo adecuado de una pataleta le enseñará al niño a tener herramientas para la gestión adecuada de sus emociones y serán adultos con una comunicación asertiva, comienza a aplicar estas estrategias cuanto antes y verás cómo se irá modelando su comportamiento y las pataletas irán desapareciendo.
¿Qué opinas sobre las pataletas? ¿Ya tu hijo te ha hecho alguna? Coméntanos!